tercera edad

Decía mi primo Carmelo, que había que aprender algo a diario… y treinta años dan para mucho.

Hoy que paso a la “tercera edad” (o sea, a los treintañeros), acumulo a mi bagaje mi despedida de las Américas, la vuelta a Amezketa, el reencuentro con tantos seres queridos, proyectos hechos y por hacer, además de un nuevo arranque.

Pero para lección la que me ha ofrecido la cantidad de gente que se ha molestado en recordar este día. Es como si el haber vuelto, hubiera hecho resurgir lazos y recuerdos que en los días como hoy eclosionan…

A tod@s gracias, Eskerrikasko.

(Aquí uno de los detalles recibidos que más me ha gustado)

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